Límites

Muchas veces los padres carecemos de experiencia en lo que concierne a cómo poner límites a los niños.Esto sucede generalmente cuando se trata de un padre primerizo.

Hoy te presentamos algunas sugerencias y consejos que puedes poner en práctica durante las diferentes fases del desarrollo de tu hijo.

Para saber cómo poner límites a los niños se debe considerar que en la infancia hay fases de desarrollo según la edad. No es lo mismo emitir un mensaje a un niño entre uno y tres años que a un niño entre cuatro y siete años.

En la primera fase (1-3 años) el pequeño mantiene muy poca atención cuando se le habla, por lo que es importante dirigirse a ellos con frases cortas, repetidas veces hasta que éste logre asimilar. Si bien los niños a esta edad ya entienden muchas cosas, hay otras que todavía están aprendiendo. Sé paciente y utiliza un tono de voz que sea agradable.

Ahora bien, a partir de los tres años el niño ya es capaz de fijar más atención a lo que se le dice, por lo que tendrás que ser muy claro al hablar con él e intentar ponerle límites.

Consejos para poner límites a los niños:

En la primera fase (1-3 años):

Los padres son responsables de las acciones de los niños. El niño carece de la madurez necesaria para seguir instrucciones, por lo tanto el padre deberá guiarlo en el camino.

Para comenzar a  ponerle límites debes enseñarlo a recoger sus juguetes e indicarle donde deben colocarlos después de jugar. Debes ir dirigiendo al pequeño hacia un lugar específico que lo mantenga seguro.

Háblale con autoridad cuando el niño muestre rebeldía, pero no es necesario gritarle. Recuerda los gritos no enseñan.

En la segunda fase (4-7 años):

El niño ya tiene la madurez para seguir instrucciones y cumplir órdenes. Se le debe indicar lo peligroso de permanecer en algunos lugares, tales como:

• Asomarse al balcón.
• Subirse a la cama y brincar en ella.
• Correr sin control.

Hay otras actividades que se le pueden ir asignando al menor para inculcarle el valor de la responsabilidad:

– Sentarse correctamente.

– Utilizar bien los cubiertos al comer.

– Prestar atención inmediata cuando se le habla.

Es de mucha importancia que el niño adquiera buenos hábitos, modales, valores y/o normas de educación a esa edad:

– Gracias. Por favor. Permiso. Disculpe.

– Amor, amistad, compartir, colaborar, participar.

– Buenos días. Buenas tardes. Hasta mañana. ¿Cómo está?

En esta edad tampoco se recomiendan los gritos. De hecho debes más bien explicar muy bien cuáles son las razones por las cuales no deseas que haga o deje de hacer algo en particular. Esta será la única forma de que te entienda.

Poniendo límites

 A los niños después de los tres años se les puede asignar algunas responsabilidades a diferencia de los menores de tres años. Los más pequeños deben ser corregidos cuando comenten una falta y hay que aplaudirlos cuando hacen las cosas correctamente.

En la segunda fase del desarrollo ya se les puede ir inculcando algunas de las siguientes responsabilidades:

• Dictarles normas que deben cumplir.
• Disciplina. Como por ejemplo: No te ganaste el helado. Pídemelo por favor. Lávate bien las manos. No interrumpas a los mayores.

¡Papis y mamis fijaros en lo que vais consiguiendo! En que habéis logrado que tu peque siga las instrucciones y que conozca que existen límites.