Características de una rabieta:

Aproximadamente entre los 2 y 4 años es cuando se manifiestan las rabietas con más intensidad. Aunque a partir de los 16 meses ya se puede observar esta conducta.

Es importante tener en cuenta que las rabietas pueden ser signos positivos, ya que pueden ser muestras de la personalidad que se está formando. No por eso hay que consentirlas.

Es primordial darles feedback positivo cuando se porten bien. La educación en positivo (cariño, elogios, atención…) es muy fructífera, combinada con límites y disciplina. Es muy importante poner límites, debemos enseñarles que no todo es “aquí y ahora”

¡OJO! Los niños aprenden por imitación. Mucho cuidado con el ejemplo que damos y con el estrés y cansancio propios.

La mejor “fórmula anti-rabietas” es dedicarles un rato de atención exclusiva solo para ellos.

Es importante decirles cuando lo hacen bien, hay muchas oportunidades a lo largo del día.

Si olvidamos premiarles entienden que solo van a recibir atención cuando se portan mal.

PASOS:

1. ANTICIPARSE

Es importante darles alternativas, y podemos jugar con ellas. Antes de que nos pidan un helado, nos adelantamos. Por ejemplo: “Qué quieres plátano o manzana? ¡OJO! No hay más opciones.

2. DESPISTARLES

Ya nos vemos venir la rabieta, en ese momento les distraemos. Por ejemplo: “¡Vamos a jugar! A ver quien cuenta más coches rojos”

3. EVITAR EL REFORZAMIENTO DE LA CONDUCTA

Si a pesar de esto pasos, la rabieta se desata igualmente (sí, a veces pasa).

La rabieta es un comportamiento que queremos extinguir, por eso es importante no prestarles atención, porque de hacerlo solo conseguimos que esa conducta se mantenga y nuestro deseo es extinguir dicha conducta (que las rabietas no se den más).

¿PROBLEMA? El evitar reforzar su conducta (es decir, hacerles caso, porque recordemos que si reciben atención cuando hacen algo que no queremos que hagan seguirán haciéndolo) en lugares públicos es más complicado, en casa es más sencillo nos vale con cambiarnos de habitación y seguir a lo nuestro (siempre que estén seguros). Por la calle a veces es más complicado, si vemos que no hay peligro bastará con alejarnos un poco. Por ejemplo, en un restaurante debemos sacarle fuera del establecimiento un rato hasta que baje la intensidad de la rabieta.

Quizás haya momentos en los que se salga con la suya, pero esa será la excepción, no la norma.

4. PASAR PÁGINA

Una vez que ha pasado la rabieta, debemos cambiar el foco de atención. Da igual si estamos enfadados, la emoción dura 90 segundos, es nuestra misión no mantenerla en el tiempo.

Debemos dar el tema por zanjado, sin comentarios.